LA COMPAÑÍA DE LA P.E.

El mundo outdoor visto con los ojos de un grupo de amigos
apasionados por la montaña y el deporte al aire libre.
La Compañía de La P.E. disfrutará del mundo del alpinismo y las ascensiones,
el treking y las travesías, el esquí de montaña y las raquetas de nieve,
la escalada y las vías ferratas, el BTT y los barrancos...
Y compartirá todos estos momentos con aquellos que quieran seguirlos a través de su web.

jueves, 12 de agosto de 2010

PERDIGUERO (3.222 mts)

HITO E DEL PERDIGUERO (3.170 mts)

DESDE EL PUENTE DE LLITEROLA, Y POR LA BAL DE LLITEROLA, LA CABAÑA FORCALLO Y LA ARISTA SE


"Las montañas no son estadios donde satisfacer nuestras ambiciones, sino catedrales donde profesar nuestra religión"
ANATOLI BOUKREEV (ALPINISTA)

Una nueva aventura de El Reto de... 11 MACIZOS, 11 CUMBRES DEL PIRINEO está a punto de comenzar. La Compañía de La P.E. se lanzará a la conquista del Perdiguero que con sus 3.222 metros es la cumbre más alta de todo el sector Perdiguero/Clarabide/Boum. Este sector montañoso concentra el mayor número de tresmiles de todo el Pirineo alineados en una vertiginosa espina dorsal que serpentea entre circos, ibones y valles. El eje central de la cordillera y los cordales septentrionales concentran un total de 44 tresmiles, 20 principales y 24 secundarios. Aunque resulta factible encadenarlos todos en cinco jornadas, se trata de una aventura reservada a verdaderos monstruos de la montaña. El Perdiguero es una cumbre bastante más alta que las que la rodean y el panorama que se puede divisar desde ella es impresionante. Sin embargo, es un tresmil poco ambicionado, quizá porque su aspecto no es amenazador o quizá porque tiene como vecinos a los todopoderosos Aneto y al Posets. Pese a todo posee otras características que lo hacen especial. Es una mole de grandes proporciones y suaves formas que contrasta de modo notable con las agrestes siluetas de las cimas circundantes. En los alrededores están los puertos más elevados de toda la cordillera pirenaica. Sólo en el cordal de la divisoria de aguas, seis pasos de montaña rondan o superan los tres mil metros de altura. Desde el norte la aproximación se realiza por tres profundos valles: Loaron, Oô y Lis. En el sur, el extenso Valle de Benasque es la puerta de entrada a los tres valles colgados de su ladera occidental: Estós, Lliterola y Remuñé. La ruta escogida por Ana, Jesús, Jose y Luci asciende por la Bal de Lliterola desde el puente que cruza el río Lliterola, a pocos kilómetros de Benasque. La idea es alcanzar la cumbre después de recorrer la larga arista SE coronando previamente la cima del Hito E del Perdiguero (3.170 mts). Y todo esto en un solo día... ¡¡¡¡JJJJJUUUUUUAAAAAAAAAAA!!!!





JUEVES, 12 DE AGOSTO DE 2010

Después de pasar la noche en el alberge del Pájaro Loco en Castejón de Sos, y todavía de noche, nos acercamos al aparcamiento que hay junto a la carretera A-139 justo después de atravesar el puente que cruza el Torrente de Lliterola (1.600 mts). Atrás hemos dejado el pueblo de Benasque y el desvío a la derecha que lleva a Llanos de l’Hospital. En pocos minutos preparamos las mochilas y con las primeras luces del día ya estamos listos para comenzar nuestra aventura. Son las 7:15 de la mañana y por fin nos ponemos a caminar, que ya hay ganas...

Un poco más arriba del parking donde hemos dejado la furgo comienza desde el lado izquierdo de la carretera un estrecho sendero que se interna en un bosque de pino negro en dirección O hacia la Bal de Lliterola.

Enseguida salimos del bosque para cruzar el enorme prado del Amorriador que se abre entre los tres picos de la Tuca de Lliterola (2.818 mts), a nuestra derecha, y el Pico de Estós o Tuca del Dalliu (2.631 mts) por la izquierda. Detrás de nosotros se deja ver el imponente macizo de la Maladeta en la zona del Valle de Benasque.

El sendero muy fácil de seguir por el que ascendemos va en suave pero constante pendiente, y siempre con el río Lliterola a la izquierda.

El buen humor nunca puede faltar cuando salimos a la montaña. Es básico para poder disfrutar de la ascensión y de los compañeros.

Continuamos ascendiendo y ganando metros poco a poco en dirección O hacia el desvío que lleva a la Cabaña del Forcallo. El terreno tiene una serie de escalones pedregosos que superamos uno tras otro sin ningún problema.

Alguno de estos tramos tienen un desnivel importante pero el sendero consigue salvarlo mediante pequeñas zigas-zagas.

La Compañía de La P.E. al completo a punto de superar este largo pedregal y alcanzar el rellano del Turonet del Amorriador. ¡¡¡JJJUUUUUUAAAAAAA!!!

Unos metros más arriba del Turonet del Amorriador nos volvemos a reencontrar con el torrente del río Lliterola que ahora ya nos acompañará hasta el Ibón Blanco de Lliterola. Al llegar a la confluencia de los barrancos de Lliterola y de las Fitas del Perdiguero encontramos el desvió a la izquierda que conduce a la Cabaña del Forcallo (2.030 mts). El nuevo refugio queda en el otro margen del río, unos metros más abajo, pero no es necesario llegar hasta ella. Nosotros continuamos en dirección NO por el Barranco de Lliterola. La silueta del Pico Perdigueret (2.804 mts) se deja ver en el horizonte y un poco más atrás el macizo del Perdiguero. Son las 8:20 de la mañana y apenas llevamos 1h caminando, eso sí, a buen ritmo.

La ruta continua ascendiendo por el sendero del margen derecho del barranco siguiendo el torrente aguas arriba. En este tramo la pendiente es más pronunciada y el terreno forma pequeñas terrazas que iremos superando una a una.

Estas terrazas discurren por terreno herboso y permiten que nos podamos tomar un pequeño respiro al suavizarse bastante el desnivel. Pero es mejor no confiarse demasiado porque enseguida volverá a tirar para arriba.

Ahora ya los tramos de rocas serán una constante durante el resto de la ascensión. El camino continúa en dirección NO paralelo al curso del río, y muy cerca, hasta que alcancemos el Ibonet de Lliterola. Los resaltes rocosos que vamos encontrando a nuestro paso forman pequeños saltos de agua que en ocasiones nos salpican al pasar tan cerca de ellos. La visión del Perdigueret y sus 2.804 metros de altura cada vez resulta más impresionante.

Detrás de nosotros, la parte recorrida de la Bal de Lliterola con el Pico de Estós en primer plano a la derecha. Al fondo, el impresionante macizo de la Maladeta se levanta con toda su grandeza.

Uno tras otro superamos los diferentes resaltes que vamos encontrando. Alguno requiere utilizar las manos para progresar más cómodamente entre las piedras pero no es nada complicado. Además esto hace que la ascensión sea más divertida.

El día ha amanecido despejado y parece que tendremos una buena jornada de montaña con calorcito. Es lo que tiene el verano, ¿no?

Poco a poco, a medida que vamos ascendiendo y nos acercamos al Perdigueret que ya se muestra imponente ante nosotros, el paisaje va cambiando del verde de la hierba al gris de la piedra.

Pasada la zona de pequeños saltos de agua alcanzamos un rellano donde las aguas del río se remansan formando pozas o pequeños ibones. Es una zona perfecta para darse un refrescante bañito así que quizás durante el descenso...

Ahora comienza una zona un poco más confusa con grandes lanchas de granito y pequeñas zonas herbosas por las que podremos orientarnos bien siguiendo los hitos de piedra.

Iremos ganando altura rápidamente por un corredor rocoso hasta alcanzar una plataforma aproximadamente a 2.400 metros de altura. Nos están nada mal las vistas que hay desde aquí de toda la Ball de Lliterola, ¿eh?

A medida que vamos ascendiendo por el pequeño corredor nos acercamos cada vez más a la falda SE del Perdigueret.

El final del corredor está a unos 2.450 metros, punto en el que el terreno se suaviza considerablemente perdiendo inclinación y dejándonos ver la impresionante mole del Perdiguero. Hasta allí arriba tenemos que ir nosotros. En este punto se plantean dos opciones para continuar la ascensión: la primera consiste en remontar la ladera alejándonos cada vez más del curso del agua hasta confluir de nuevo con él en el desagüe mismo del Ibón de Lliterola (tal vez esta opción sea la más directa para llegar al Ibón Blanco de Lliterola). La otra alternativa sigue una línea de hitos en dirección NO que, prácticamente sin pendiente, se interna en el Barranco de Lliterola.

Nosotros nos decantamos por la segunda opción, mucho más interesante ya que además de recorrer este angosto barranco pasaremos junto al Ibonet de Lliterola. Si no se nos hace demasiado tarde intentaremos regresar por la otra ruta.

Siguiendo un pequeño camino fresado junto a la pared izquierda nos vamos adentrando poco a poco en el barranco.

El valle se va estrechando cada vez más mientras el terreno pedregoso va ganando metros. Pese a todo el paisaje de piedra con el Perdiguero al fondo resulta hermoso.

Poco antes de alcanzar el Ibonet de Lliterola nos topamos con un tramo que requiere una pequeña grimpada sin ninguna complicación. Es necesario utilizar las manos para superarlo pero no supone ningún esfuerzo. Es más, estos tramos le dan un aliciente especial de mayor aventura a la ascensión.

Finalmente llegamos el Ibonet de Lliterola por el punto donde desagua el río. Ahora el barranco se abrirá dejando paso a un extenso llano que cierra el circo de Lliterola y que en otro tiempo seguro que fue un glaciar.

Pero para alcanzar la orilla del ibón debemos perder algo de altura hasta los 2.460 metros.

Bordeando la ribera oriental llegaremos al otro lado del lago desde donde atacaremos la enorme muralla que se levanta ante nosotros.

Pero antes de seguir avanzando hacia la cima ha llegado el momento de un merecido descanso para reponer fuerzas, que además el lugar bien lo merece. Son las 9:35 de la mañana y después de haber caminado casi 2h30’ llevamos recorridos unos 4,5 kilómetros de la ruta.

Desde aquí podemos ver claramente las cimas del Perdigueret a la izquierda y del Perdiguero a la derecha con el Collado de Ubago en el centro.

Es una zona perfecta para plantar la tienda de campaña y pasar la noche.

La Compañía de La P.E. a tope de moral y con muchas ganas de coronar la cima del Perdiguero… ¡¡¡¡¡JJJUUUUUUUUUUAAAAAAAAA!!!!!

Después de un pequeño descanso de 15’ nos ponemos en marcha de nuevo hacia la cumbre. Nos dirigimos hacia la base del murallón que forma el circo de Lliterola a través de un mar de piedra que debemos ir sorteando saltando como las cabras.

Y no sólo las piedras sino que también debemos ir esquivando los pequeños riachuelos que bajan del Ibón Blanco de Lliterola.

Para superar esta pared de más de 300 metros de altura tenemos la opción de atacarla directamente por el Collado de Ubago a la izquierda en dirección O, pero nuestra opción subirá directamente salvando los enormes bloques de granito pulido que encontramos por el camino.

La verdad es que desde la base impresiona mucho pero resulta muy fácil ascenderla. Pese a que no existe ningún camino marcado, la ruta está plagada de hitos de piedra que facilitan mucho la progresión y hacen casi imposible perderse.

Aunque es inevitable tener que usar las manos en más de una ocasión para continuar progresando. No es nada complicado ni técnico pues las grimpadas son de grado I.

¡¡¡Pero resulta muy divertido!!!

Eso sí… Aprovechamos cualquier ocasión que encontramos para hacernos una fotito.

¡¡Qué buenas vistas tenemos de toda la Ball de Lliterola!!

Desde aquí impresiona mucho la cresta que baja desde el Perdigueret hasta el Collado de Ubago.

Seguimos ascendiendo sin problemas y alejándonos cada vez más del curso del río que baja del Ibón Blanco de Lliterola, a nuestra derecha.

Las fitas de piedra que encontramos cada pocos metros a lo largo de toda la ruta nos ayudan a progresar en la buena dirección.

Avanzamos con paso firme hacia lo más alto de la interminable muralla.

A veces, la roca que debemos superar tiene sugerentes formas esculpidas por el glaciar que llenaba el valle en otro tiempo. Pese a todo no resulta nada difícil escalarla.

Por momentos el “camino” se va escorando ligeramente hacia la izquierda buscando el paso más sencillo.

Aunque a veces lo más fácil es tirar para arriba por la vía directa.

La cima del Perdigueret está siempre presente aunque ahora también podemos distinguir el Macizo Maladeta-Aneto que se levanta majestuoso en el horizonte con todos sus tresmiles.

El tramo más vertical ya está superado dejándonos ver de nuevo el Perdiguero. Ahora debemos avanzar entre el caos rocoso hacia la derecha en busca del Collado Superior del Ibón Blanco de Lliterola desde donde atacaremos la cima buscando la arista SE.

Es duro y agotador progresar por este paraje tan abrupto pero La Compañía de La P.E. ya está acostumbrada a moverse por estos terrenos. Suerte que el desnivel se ha suavizado considerablemente. Así podremos recuperar el aliento.

A las 11:20 llegamos al Collado superior del Ibón Blanco de Lliterola (2.800 mts) después de 4h de ascensión. Desde este espectacular mirador remontaremos la ladera del Perdiguero en dirección NO. Lástima que el día esté tan cerrado y nublado porque con buen tiempo las vistas que podríamos disfrutar abarcarían toda la larga cresta del Perdiguero hasta prácticamente el Pico de Boum en dirección E (hacia nuestra derecha). Desgraciadamente hoy no va a ser un buen día para deleitarnos con el paisaje...

Ahora comienza el tramo de penosa pedrera que nos conducirá a la arista que une el Hito E del Perdiguero (3.170 mts) con el Perdiguero (3.222 mts), nuestro objetivo. En este punto de la ascensión, La Compañía se ha juntado con otro grupo de montañeros que también quiere alcanzar la cumbre así que todos juntos vamos para arriba.

A través de este mar de piedras con fuerte desnivel alcanzaremos el Hito E del Perdiguero. Aunque el camino no es fácil, debemos buscar la mejor alternativa posible siguiendo los hitos que vamos encontrando a nuestro paso.

Los enormes bloques de roca que vamos salvando hacen que la progresión sea realmente dura pero poco a poco vamos ganando metros, y a cada paso que damos, el Ibón Blanco de Lliterola queda más lejos.

Ufff…. ¡¡¡Duro, duro de verdad!!! Aunque no tiene ninguna dificultad técnica, seguramente este sea el tramo más duro de toda la ascensión. Pero ahora que estamos tan cerca no podemos desanimarnos. Ya casi hemos llegado a la arista final.

Una vez ganada la ancha y larga cresta solo nos queda reseguirla en dirección NO hasta coronar la cumbre. No hay pérdida posible.

El cielo se cierra por momentos cada vez más y las nubes finalmente caen sobre nosotros tapándolo todo. En cualquier momento se puede poner a llover pero estamos tan cerca de conseguir nuestro objetivo que nadie piensa en renunciar y dar media vuelta.

Continuamos nuestro ascenso buscando el mejor camino posible saltando de piedra en piedra.

En algunos momentos las nubes nos envuelven por completo impidiéndonos ver más allá de un par de metros. En estas condiciones debemos extremar las precauciones para no dar un paso en falso que nos lleve al fondo del abismo.

A lo largo de toda la cresta el desnivel es muy suave y progresivo aunque también encontramos algunos tramos que requieren una pequeña trepada buscando la mejor alternativa de paso

El panorama fantasmagórico que se abre ante nosotros nos impide disfrutar de la larga arista que tenemos por delante y de la espectacularidad de las vistas tanto hacia la Ball de Estós a nuestra izquierda, como a la Ball de Remuñe a la derecha.

Y piedras… y más piedras... Salta por aquí… salta por allí..

Hasta que por fin parece que se intuye la tan ansiada cumbre.

Los últimos metros de la compacta cresta antes de conquistar la cima siempre son los más emocionantes. Es la dulce sensación de recompensa a todo el esfuerzo realizado para conseguir la meta propuesta. ¡¡¡Vamos allá!!!

¡¡¡Cima conseguida!!!... ¡¡¡¡¡¡JJJJJUUUUUUUUUAAAAAAAAAA!!!!!! A las 12:40, La Compañía de La P.E. alcanza los 3.222 metros de altura que tiene el Perdiguero. Conseguida una nueva cumbre de El Reto de... 11 MACIZOS, 11 CUMBRES DEL PIRINEO. Es el momento de los abrazos y felicitaciones por haber alcanzado el objetivo. Y por suerte no nos hemos mojado… al menos de momento.

Han sido casi 5h30’ de ascensión pero finalmente podemos culminar la primera parte de nuestra aventura con la fotillo cimera. Como siempre, la cumbre es sólo la mitad del reto porque hasta que no estamos de regreso en el coche no podremos dar por finalizada la aventura. Es una pena que el día esté tan nublado porque las vistas desde aquí son impresionantes prácticamente de todo el Pirineo. A demás en mejores condiciones climatológicas es posible continuar recorriendo la cresta en dirección NE sin demasiadas complicaciones hasta el Collado Inferor de Lliterola enlazando un total de seis tresmiles (Hito E del Perdiguero, Perdiguero, Tuca de Lliterola, Pico Royo, Punta de Lliterola y Aguja Lliterola). El resto de tresmiles que hay a partir del collado requieren un cierto nivel técnico. Desde la redondeada cima del Perdiguero también parte otro cordal de tresmiles en dirección O que también pueden ser coronados, comenzando por el Hito O del Perdiguero y finalizando en el Pico Clarabide, a través de una larga cresta. Quién sabe si en otra ocasión nos decidimos a recorrer alguna de estas crestas.

En apenas 15’ iniciamos el regreso por la misma ruta de la ascensión aunque antes de abandonar la arista nos detenemos unos instantes para hacernos otra foto coronando el Hito E del Perdiguero (3.170 mts). Otro tresmil más para la colección...

Pasan unos minutos de las 18:00 cuando llegamos al parking del Puente de Lliterola (1.600 mts) donde tenemos aparcada la furgo. Han sido más de 10h caminando, unos 15 kilómetros de ruta, más de 1.600 metros de desnivel… y sin mojarnos. No está mal, ¿eh?

Ahora ya sólo queda el viaje de regreso a casa. Tres horitas de furgo y podremos darnos una duchita para quedarnos como nuevos. Eso sí, pronto La Compañía de La P.E. volverá con más Ascensiones&Aventuras. ¡¡¡¡¡JJJUUUUUUAAAAAAAAA!!!!!


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